Monte Aleph
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Monte Aleph

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 Far Mad West

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Dennis el Azul
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Dennis el Azul


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MensajeTema: Far Mad West   Far Mad West EmptyMiér Jul 20, 2011 12:35 am



Nota: Las localizaciones de la historia son ficticias, dentro de unos ficticios Estados Unidos.



Capítulo 1

Era mediodía, en la ciudad de Fulwater, una ciudad portuaria. Hacía poco que había llegado un barco desde Inglaterra. De entre los pasajeros, el sujeto que nos ocupa, un inmigrante inglés en busca de fortuna en la tierra prometida. Se dirigió a un bar.

Camarero: ¿Qué le pongo?

Sujeto: Un té, por favor.

Camarero: ¿Vienes de Inglaterra?

Sujeto: Sí.

Camarero: ¿Acabas de llegar aquí y ya estás pidiendo que te tratemos como en tu casa?

Sujeto: Tampoco es que haya pedido un té de importación.

Camarero: No tenemos té. ¿Le puedo servir otra cosa?

Sujeto: El menú del día y un vaso de agua, por favor.

Camarero: ¡Jimmy, trae un plato de merluza y un poco de agua para el señorito inglés! Y dígame, ¿quién es usted? ¿A qué se dedica?

Sujeto: Un momento, ¿no es ese tipo de ahí (señala a una mesa) el que sale en los carteles de se busca? ¿Peter el Canalla?

Camarero: Baja la voz, nadie quiere problemas aquí.

Pero la poca discrección del sujeto llamó la atención del criminal buscado.

Peter: ¿Quieres ver cómo te saco volando?

Sujeto: No, quiero ver cuánto whisky puedes beber.

Peter: ¿Perdón?

Sujeto: Vamos, si estás en un cartel de "se busca" es porque eres un tipo duro. Estudio a los tipos duros, quiero ver cuánto puedes aguantar. ¡Venga, invito yo!

Peter se sienta en un taburete.

Peter: Voy a dejarte en la ruina, y a esta taberna seca de bebida.

Sujeto: Venga, empiece a servirle. Póngale un vaso y tres botellas de Whisky, aquí le doy el dinero.

Peter ignoró el vaso, se bebió las botellas a morro.

Sujeto: ¿Y eso es todo? ¿No vas a beber más?

Peter: Todavía puedo con tres más, y luego otras tres, y luego...

Pero Peter estaba demasiado borracho como para mantener el equilibrio, cayó al suelo y el sujeto rápidamente sacó una cuerda y lo ató.

Camarero: ¿Pero qué haces?

Sujeto: ¿No es obvio? ¡Capturarlo! Vine con poco dinero aquí, y capturar a estos tipos es una forma rápida de hacerlo.

Tras atarlo aprovecha y le quita el cinturón con las armas a Peter y se lo puso él.

Sujeto: No soy un gran tirador, pero me pueden ser de más utilidad a mí que a él, sobretodo ahora que va a estar bajo la sombra.

Camarero: Chaval, ¿tu quién eres?

Sujeto: Me llamo Dennis Azure, pero me váis a llamar Dennis el Cazarecompensas. Por cierto, ¿dónde está la comisaría más cercana? Quiero "canjearlo" cuanto antes, luego volveré y me comeré mi plato, vigile que no se enfríe.

Camarero: Al doblar la esquina.

Sujeto: Ah, mira que bien. ¿Alguien me ayuda a tirar de él? Está dormido. Le daré propina.

Camarero: ¡Jimmy! ¡Ayuda a este inglés!

Sujeto: Es muy amable.

Y así comienza esta aventura en la que Dennis "el Cazarrecompensas" Azure intenta hacerse de oro con su ingenio.
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MensajeTema: Re: Far Mad West   Far Mad West EmptyMiér Jul 20, 2011 1:34 am

Capítulo 2

En una zona totalmente desierta, donde la arena tiene pinta de estar más caliente que el propio infierno, un hombre cabalga a lomos de su caballo tapado con telas y con una capa mientras es perseguido por todos tres hombres bien trajeados que van en una carroza tirada por varios caballos de grandioso valor y belleza.

Hombre trajeado: ¡Usted! ¡En nombre de la Ley, deténgase!

Enmascarado: ¡He “disho” que NO!

Hombre trajeado: Si no nos devuelve lo que ha robado, nos veremos obligados a usar la fuerza.

Enmascarado: ¿Fuerza? ¡Sois todos una panda de nenas! (ríe)

Los otros dos hombres trajeados sacaron cada uno un revólver y apuntaron al enmascarado, seguidamente disparan y una de las balas le da en el hombro, pero aún así no desiste.

Enmascarado: Tenéis menos puntería que un “borrasho” meando en una esquina...

El enmascarado, mientras cabalgaba, sacó de una funda una escopeta, y sujetándola con una mano disparó a uno de ellos, seguramente matándolo en el acto, y después al otro, que calló de la carroza. El tercero se quedó inmóvil: Quizás por terror, quizás porque se esperaba eso.

Hombre trajeado: ¿¡QUÉ HA HECHO!? ¡No era necesario matarle! Ahora no hay otra opción...

Enmascarado: Calla, eres más “pesao'” que un burro en brazos...¿O era una vaca...?

El hombre enmascarado le lanzó la escopeta al hombre trajeado, dándole en la cabeza. Él se llevó las manos a la cabeza donde fue golpeado. Tras eso, se levantó de nuevo, y apuntó con la pistola de su compañero al hombre enmascarado, pero al disparar, se encasquilló, saliendo la bala por la culata de la misma, e hiriéndose el hombre trajeado a sí mismo. Seguidamente, calló rodando del carro.

Enmascarado: Eso ha sido un ridículo espectáculo sobre como usar una jodida arma...

El hombre enmascarado hizo parar el carruaje, y se subió a él. Tras calmar a los caballos, ató el suyo, y siguió su marcha hacia una pequeña ciudad cercana. Al rato, decidió dejar a los caballos cabalgar mientras él fisgoneaba lo que había de valor en dicho carro, tambaleándose por algún motivo. En un cofre, encontró lingotes de oro, y varios de los barriles de Vino estaban cargados de pólvora. Lo descubrió cuando decidió tomarse una copa, y tragó dicho material. Tras abrir otro barril y ver que realmente tiene vino, empezó a beber sin control para quitarse ese repugnante sabor de la boca, hasta quedar realmente borracho: Su vista se nublaba, sus pasos no podían ser menos rectos, y su cabeza daba más vueltas que las ruedas de dicho carro. Se sentó en una silla, y se quedó sopa en unos minutos.

Pasaron las horas, cuando despertó cerca de la noche. Los caballos cesaron su marcha para descasar ellos sólitos, cerca de lo que parecía ser un oasis, o más bien un poblado apostado cerca de un extraño lago. Con aún la herida de su brazo tras ese tiroteo, y sin recordar el porqué de que esté en ese carro con toda esa cantidad de oro, pólvora y vino, decidió bajar, esconder el carro como pudo, y visitar el pueblo. No parecía estar muy animado, precisamente. Pensó que simplemente seria un pueblo fantasma hasta que vio como un ciudadano corría de un lado a otro gritando “¡Se van a batir en duelo!” una y otra vez. Por pura curiosidad, el enmascarado fue a ver el asunto. Tras llegar, vió a un sheriff y alguien que parecía ser un bandido cara a cara, y segundos después ambos dispararon. Tras unos segundos de tensión, el bandido calló fiambre, tras recibir el balazo en la frente. Su disparó falló, y no llegó a darle al Sheriff. Tras dicho espectáculo, el enmascarado se acercó tan campante al Sheriff para hablar con él.

Enmascarado: ¡Eh, jefe!

El Sheriff se giró, y vió a dicho hombre con unas pintas raras.

Sheriff: ¿Pasa algo, forastero?

Enmascarado: Verás, acabo de llegar y traigo unas mercancías, necesito un sitio donde guardarlas, le pagaré bien. En el caso de que no puedas, ¿dónde puedo ir? ¿Aceptarían lingotes de oro como pago?

Cuando el enmascarado usó la palabra “Lingotes de oro”, la mente del Sheriff cambió de parecer al instánte.

Sheriff: Por supuesto, puedes usar la cuadra abandonada. Tengo las llaves por aquí...

El Sheriff rebuscó, y finalmente le dió una polvorienta llave.

Sheriff: Pero cuídalo bien, está tan poco cuidado que un día se caerá por su propio peso.

Enmascarado: Descuida, hombre.

Sheriff: A todo esto, ¿tú nombre es...?

Enmascarado: Duros Lamont.

Sheriff: Mmm...No, no me suena. Me suelo leer todos los carteles de gente que está en búsqueda, cosas del trabajo. Bueno, hasta más tarde.

Duros no sabía que pasaba por su mente, en varias ocasiones puso una extraña cara que no le ponía de buen humor. Aún así, salió del pueblo, y volvió a entrar con el carro, guardándolo en la cuadra, sacando a los caballos, y dándoles comida. Después, fué al carro para contar la cantidad de lingotes: Debía guardar uno para el Sheriff, cinco para Vodka o Whisky...Finalmente acabó dormido, y unos extraños gritos le despertaron: Los caballos. Poco después de despertarse, se dió cuenta del olor a humo: ¡Algo se quema!

Duros: ¿¡Pero qué diablos es esto!?

Al mirar al tejado de la cuadra, vió al Sheriff fumando.

Duros: Muy bonito, agente de la ley, si haces una barbacoa me pido no ser el ingrediente principal.

Sheriff: No queremos ladrones aquí, y con tu muerte me ganaré mucho, mucho dinero, prestigio, mujeres...

Pero la viga de manera donde él fumaba cedió, y calló a las llamas.

Duros: Supongo que...

Duros se puso unas extrañas gafas.

Duros: El Sheriff no entendía la “gravedad” del asunto.

Se escuchó un extraño eco gritando “YEEEEEEEEEEEEEEAAAAAAAAAAHHH” procedente del desierto. Sin entenderlo mucho, se quitó dichas gafas, ató su caballo “Tequila” a la carroza, y salió del pueblo corriendo y con prisas: Los ciudadanos le perseguían, pensando que él asesinó al Sheriff, y robó cosas del pueblo. Y mientras cargaba aquella vieja escopeta de perdigones, veía como algunos ciudadanos le perseguían son sus respectivos caballos, y no se le ocurrió nada mejor que lanzar un barril de pólvora, y disparar a dicho barril, cosa que creó unos bonitos fuegos artificiales, e hizo arder a esos hombres (caballos incluidos) hasta que decidieron rodar como ratas por el suelo, mientras él tomaba otro trago de ese extraño vino y se dirigía a otro pueblo, con la intención de gastarse todo ese oro en ropa nueva, medicinas para el brazo, más bebida...Y un sombrero.




Aún no he corregido las faltas, estoy demasiado dormido para ello D:<

Mañana por la mañana, cuando ya esté bien despierto le daré un buen repaso.
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